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2.
Rev. argent. urol. (1990) ; 83(3): 89-95, 2018. ilus, tab
Article in Spanish | LILACS | ID: biblio-982145

ABSTRACT

Objetivos: La incidencia de lesión uretral bulboprostática secundaria a fractura pelviana es del 5-10%. Una uretroplastia exitosa garantiza el comienzo de la rehabilitación de los pacientes. Presentamos nuestra experiencia en el manejo quirúrgico de la estenosis uretral secundaria a fractura pelviana y resultados funcionales: tasa de éxito, reestenosis, disfunción eréctil e incontinencia urinaria. Evaluamos si existe asociación entre la falta de erecciones postrauma y la reestenosis. Materiales y métodos: Cincuenta y tres pacientes fueron operados durante el período comprendido entre 2001 y 2015. Todos fueron estudiados con cistoscopia flexible, cistouretrografía retrógrada y miccional. La técnica quirúrgica empleada fue la resección y anastomosis primaria. Se utilizó siempre la sistemática del abordaje perineal progresivo para lograr una anastomosis sin tensión. Interrogamos sobre la calidad de las erecciones posterior al trauma y después de la cirugía, y su estado de continencia urinaria. Se realizó un análisis estadístico donde se evaluó si la falta de erecciones era un factor de riesgo para recaída. Resultados: La edad promedio de los pacientes fue de 34,5 (r=17-67) años. La longitud promedio de la estenosis fue de 2,28 cm, siendo la uretra bulbomembranosa la más afectada (89%). La tasa de éxito fue del 86% (46/53), que asciende al 94% (50/53) al asociar un procedimiento endoscópico. Un solo paciente refirió disfunción eréctil postcirugía (1/19; 5,3%). Dos (3,7%) pacientes evolucionaron con incontinencia de orina de esfuerzo. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de pacientes con erecciones y aquellos sin erecciones en cuanto a la posibilidad de reestenosis. Conclusiones: La anastomosis bulbomembranosa por vía perineal es el tratamiento de elección de la estenosis uretral postfractura pelviana. Los índices de incontinencia de orina y disfunción eréctil no aumentan significativamente luego de la uretroplastia. En nuestra experiencia, la falta de erecciones preoperatoria no predice mayor índice de recaídas(AU)


Objectives: Bulboprostatic urethral stricture after pelvic fracture occurs in about 5-10%. A successful urethroplasty guarantees the beginning of patient recovery. We present our experience in the surgical management of posterior urethral stricture after pelvic fracture and functional outcomes (success and failure rates, erectile dysfunction and urinary incontinence). The association between the lack of erections post-trauma and the incidence of restenosis was also evaluated. Materials and methods: 53 patients were operated between 2001- 2015. Preop workout included a flexible cystoscopy and a combination of retrograde and voiding cystourethrogram to define the site and length of urethral stricture. Resection and primary anastomosis was the technique always employed. In all cases the progressive perineal approach was followed in order to achieve a tension free anastomosis. Erectile function and urinary continence were evaluated before and after surgery. Statistical analysis was performed to evaluate if lack of erections was a failure predictor. Results: Median age was 34.5 (r=17-67) years. Median urethral stricture length was 2.28 cm. Bulbomembranous junction was the most affected portion (89%). Success rate was 86% (46/53) ascending to 94% (50/53) when an endoscopic procedure was associated. One patient referred erectile dysfunction after surgery (1/19; 5.3%). Two patients (3.7%) developed stress urinary incontinence. The restenosis rate did not show statiscally differences between the erectile dysfunction and non-erectile dysfunction group. Conclusions: Perineal bulbomembranous anastomosis is the elected procedure for urethral stricture after pelvic fracture. Incidence of urinary incontinence and erectile dysfunction are not significantly elevated after urethroplasty. In our experience, lack of erections before surgery does not predict a higher rate of restenosis(AU)


Subject(s)
Humans , Male , Adolescent , Adult , Middle Aged , Aged , Pelvic Bones/injuries , Urethra/surgery , Urethral Stricture/surgery , Urethral Stricture/etiology , Anastomosis, Surgical/methods , Retrospective Studies , Treatment Outcome
4.
Rev. argent. urol. (1990) ; 71(4): 243-247, oct.-dic. 2006. graf
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-455971

ABSTRACT

Introducción: La utilización de la ecografía para la realización de punciones biopsias prostáticas, las nuevas terapias radiantes y la mejor selección de los pacientes ha permitido que la braquiterapia tenga un lugar importante en el tratamiento de la patología localizada. El objetivo de este trabajo es revisar nuestros resultados en el tratamiento de cáncer de próstata localizado con la utilización de braquiterapia con Iodo 125. Materiales y Métodos: En el Hospital Italiano de Buenos Aires entre diciembre de 1999 y julio de 2006 se ha realizado braquiterapia con Iodo 125 en 100 pacientes con cáncer de próstata, de los cuales uno recibió terapia combinada (braquiterapia mas radioterapia externa), quedando excluido para la realización del presente trabajo. La edad promedio fue de 65,95 años (52-79). Los estadios tumorales fueron Tic en el 81 por ciento de los pacientes y T2a en el 19 por ciento. El PSA fue siempre menor a los 15 ng/ml, con un promedio de 8,92 ng/ml. Menor de 10 ng/ml en 72 pacientes y entre 10 y 15 ng/ml en 28. El volumen prostático promedio fue de 34,68 C.C., (18,70 c.c. - 58,00 c.c.) El score de Gleason combinado fue menor de 6 (excepto tres pacientes con Gleason 7 que presentaron PSA menor de 10, estadio Tic). La dosis utilizada fue de 16.000 cGy o 14.500 cGy a partir de las recomendaciones del TG43. La carga energética de cada semilla osciló entre 0,28 a 0,40 mci. A los 30 días se realizó tomografía axial computada de próstata cada 3 mm. con grilla milimetrada cada 5 mm. para control dosimétrico del implante. Resultados: La edad promedio fue de 65,95 años (52-79). La tomografía computada de control mostró una adecuada cobertura dosimétrica para todo el volumen prostático, con una dosis uretral máxima no superior a los 400 Gy y dosis rectal máxima por debajo de 100 Gy. Todos descendieron el PSA a valores normales a los 6 meses del tratamiento. El seguimiento promedio de los 71 pacientes evaluables desde el punto de vista oncológico fue de...


Subject(s)
Biopsy , Brachytherapy , Prostatectomy , Prostatic Neoplasms , Transurethral Resection of Prostate , Ultrasonography
5.
Rev. argent. urol. (1990) ; 71(3): 179-184, jul.-sept. 2006. tab, graf
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-447274

ABSTRACT

Objetivo: Evaluar la eficacia oncológica a largo plazo de la nefrectomía radical laparoscópica mano-asistida (NRLMA) en el tratamiento del carcinoma renal localizado. Pacientes y Métodos: Se analizaron 60 pacientes con carcinoma renal localizado tratados con nefrectomía radical durante un período de dos años. A treinta pacientes se les realizó NRLMA y se los comparó con 30 pacientes operados a cielo abierto en el mismo período. El seguimiento oncológico consistió en examen físico, laboratorio en sangre y estudios imagenológicos. Se evaluó la eficacia del tratamiento oncológico analizando la recidiva local, las metástasis en los sitios de trocares y la presencia de metástasis a distancia. Se estableció la sobrevida libre de enfermedad a los 5 años y la sobrevida global y específica. Se utilizó el método Kaplan-Meier con el test log-rank para analizar sobrevidas. Resultados: El seguimiento promedio del grupo laparoscópico fue de 70,3 meses y 72,9 meses para el grupo de cirugía abierta. Los resultados anatomopatológicos fueron similares en el tamaño, estadios y grados de Fuhrman. Del grupo laparoscópico, 27 permanecen sin evidencia de enfermedad. En 2 pacientes se diagnosticaron metástasis a distancia, sólo uno falleció a consecuencia de las mismas y el restante aún vive con enfermedad. Se registró una muerte no relacionada con cáncer renal. No se registraron metástasis en el sitios de los trocares. En el grupo de cirugía abierta, 27 pacientes se encuentran libres de enfermedad. Los tres pacientes restantes fallecieron por las metástasis a distancia. El análisis estadístico no reveló diferencias significativas en la sobrevida libre de enfermedad a los 5 años, en la sobrevida global ni en la específica entre ambas técnicas. Conclusión: Los resultados del seguimiento a largo plazo en nuestro Centro demuestran que la NRLMA es oncológicamente tan eficaz como las técnicas a cielo abierto en el tratamiento del carcinoma renal clínicamente localizado


Subject(s)
Kidney Neoplasms , Laparoscopy , Nephrectomy
7.
Nexo rev. Hosp. Ital. B.Aires ; 20(3): 73-81, dic. 2000. tab
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-286607

ABSTRACT

Los niveles de testosterona plasmática disminuyen con el correr de los años, calculándose que en un 20-30 por ciento de los hombres mayores de 60 años tiene valores por debajo de lo normal. Este estado de déficit ha sido denominado PADAM (déficit parcial de andrógenos en hombres de edad, por sus siglas en inglés). Los andrógenos en el adulto actúan sobre varias estructuras, como el hueso, el músculo, la hematopoyesis y la función sexual. La terapia de reemplazo hormonal puede realizarse con medicación oral o inyectable, debiendo valorarse los riesgos potenciales, especialmente sobre la próstata, lo que requiere un estricto monitoreo


Subject(s)
Humans , Male , Aged , Middle Aged , Aging/physiology , Androgens/deficiency , Hormone Replacement Therapy , Testosterone/therapeutic use , Aging/drug effects , Follow-Up Studies , Gonadal Steroid Hormones/deficiency , Hormone Replacement Therapy/adverse effects , Hormone Replacement Therapy , Prostate/physiopathology , Prostate/pathology
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